- El astillero privado más importante del Pacífico y el Caribe, ASENAV, cumplió su palabra y en menos de año y medio construyó la nave con 80 toneladas de tiro, capaz de remolcar grandes barcos de rubros tan distintos como el pesquero, de transporte de carga, transbordadores, entre otros.
Marzo, 2024.- Los barcos de distintos rubros, como el pesquero, de comercio internacional o incluso, el de transporte de pasajeros, muchas veces necesitan ser remolcados por otra nave más pequeña, pero con una mayor fuerza de tiro. Y eso es precisamente lo que lanzó ASENAV: ya fue lanzado al río Calle Calle un remolcador escort, fabricado con ingeniería nacional y que transporta la industria marítima chilena a una posición privilegiada en el mundo.
Perteneciendo a una unidad del modelo RAstar 3200-W, esta nave es la primera en su tipo, fabricada en ASENAV, en contar con el diseño de la reconocida oficina de ingeniería canadiense, Robert Allan Naval Architects, quien representa un sello de calidad para la industria de remolcadores, debido a su altísimo estándar mundial.
Por lo mismo, este remolcador destaca por incorporar un avanzado método de equilibrio, que permite una navegación mucho más amigable para la tripulación, pero también más segura al momento de guiar a la nave que está remolcando. Esto último permite contenerlo en zonas exigentes, así como la entrada y salida de terminales.
“Este remolcador nos pone a la vanguardia en la fabricación de naves de este tipo en Chile a nivel internacional, que además fue diseñado por una empresa canadiense. Trabajamos con ellos pensando en cumplir con todos los requerimientos de calidad y seguridad que nos exige la industria portuaria, pero que además puede adaptarse a las condiciones especiales de otros países”, destacó Ricardo Contreras, Gerente de Nuevos Proyectos ASENAV
De hecho, la nave puede modificarse para operar en lugares complejos como, por ejemplo, el puerto de Quintero que-al ser gasífero- requiere de altos estándares de seguridad; los de Valparaíso y San Antonio, dedicados mayormente al transporte de mercaderías; aunque también resulta muy atractivo para el puerto de Punta Arenas, solo por mencionar alguno de los rubros productivos de esta nave.
En ese sentido, destacan sistemas de seguridad como aquellos de nebulización que lo protege y permite acercarse a una embarcación ante una posible explosión o incendio, transformándolo también en una embarcación capaz de combatir un siniestro a nivel externo, entre otras muchas funciones de la nave.
Lo anterior resulta interesante, sobre todo al considerar que esta nave se fabricó con la modalidad especulativa: es decir, está abierto para ser adquirido por alguna compañía o naviera que necesite de una nave con estas características.
“Si bien por ahora este remolcador es especulativo, su construcción se suma a las 35 embarcaciones de este tipo que cuentan con innovación y tecnología chilena, que pueden inscribir al nombre del país en Chile y el resto del mundo. Porque si bien esta es una nave que perfectamente podría operar en el puerto de Quintero, Mejillones, San Antonio o Punta Arenas también podría hacerlo en espacios internacionales, como el puerto del Callao en Perú; puerto de Buenos Aires en Argentina; o incluso, en puertos del resto de Europa. En ese sentido, creemos que esta nave viene a sumar un hito más a la experiencia que tenemos en la construcción de naves escoltas y, al mismo tiempo, relevar la industria chilena de la construcción naval en el mundo”, agregó Contreras.